lunes, 11 de mayo de 2009

Más experimentos musicales

Fabrica tu propio karaoke

Quienes de ustedes, queridos lectores, juzguen que tuvieron más que suficiente con mi anterior post musical, cierren este y tengan la amabilidad de esperar unas cuantas semanas al siguiente, a ver si hay más suerte y se me ha pasado. De momento estoy con más de lo mismo.

Resulta que mi hermano el italiano, probablemente con la esperanza de que le deje tranquilo y no le pida más acompañamientos guitarrísticos, me descubrió un nuevo programa informático musical, el Finale NotePad. Hace más de un mes de mi primera toma de contacto con él y aún no me he recuperado de la impresión. Si los ordenadores no tuvieran otra aplicación, solo por esta merecería la pena inventarlos.

El Finale es un programa en el que tú escribes partituras y la máquina te las toca. En la pantalla te aparece un pentagrama, con el compás y la tonalidad que tú le hayas indicado, en el cual vas escribiendo notas. Luego basta apretar un botoncito para que suenen las notas que has escrito, con distintos timbres que imitan con éxito desigual los sonidos de los diferentes instrumentos. Admirablemente, portentosamente sencillo.


El único problema, claro, es que hace falta saber escribir música, cosa de la que yo tengo las nociones más rudimentarias que se pueda imaginar. A eso de mis diez años mi madre trató de enseñarme el poco solfeo que ella sabía, pero lo dejamos enseguida, en cuanto comprobó que yo prefería irme a seguir leyendo a Julio Verne o a jugar con mi hermano a nuestros juegos misteriosos, cortésmente interrumpidos en cuanto un adulto cualquiera asomaba por nuestro cuarto y reanudados solo cuando se volvía a marchar. De modo que mis conocimientos no pueden ser más básicos.

Sé que, según su duración, las notas pueden ser redondas, blancas, negras, corcheas, semicorcheas, fusas y semifusas, cada una de estas categorías exactamente la mitad de larga que la anterior: dos negras duran lo que una blanca, dos corcheas lo que una negra, dos semicorcheas lo que una corchea... Cuantos más ganchos lleve en el rabito, más veces hay que dividirla por dos... (Felizmente el programa, que está en inglés, no utiliza estos nombres absurdos, sino que las llama directamente "whole note", "half note", "quarter note", "eighth note"... con lo que no necesitas recordar a qué condenada fracción de nota equivale una fusa o una semicorchea, cosa de la que a mis años ya no me siento capaz.) Sé que las notas son do, re, mi, fa, sol... y que cada una de ellas es bien una rayita, bien un espacio entre rayitas del pentagrama, hacia arriba subiendo y hacia abajo bajando, y con el sol o el fa colocados en la rayita -o en el espacio entre rayitas- que diga la correspondiente clave. Y sé, por último, que una almohadilla rara, #, colocada sobre la correspondiente rayita o espacio, sube en medio tono la nota en cuestión, que pasa a ser do, o la nota que sea, "sostenido" en vez de do a secas, mientras que una especie de "b" cursiva y picuda la baja en medio tono y la convierte en "bemol". Hasta ahí, la totalidad de mis conocimientos de solfeo hasta hace cosa de cinco semanas. El último mes he aprendido algo más, pero tampoco vayan ustedes a creerse que mucho.

(Reconocerán que no caben una terminología ni un sistema de notación más arbitrarios, arcaicos e irracionales, y que al mérito intrínseco que tienen los músicos por ser capaces de inventarse músicas y de interpretarlas hay que añadirle casi otro tanto por que hayan aprendido a leerlas y a escribirlas en un lenguaje tan abstruso, que parece inventado exprofeso para desalentar y alejar.)

Bueno, pues armado con este impresionante bagaje teórico me dediqué a ver si era capaz de escribir, con este invento prodigioso, las músicas que iba recordando. Hacía mucho tiempo que ninguna tarea me absorbía tanto, me hacía disfrutar tan intensamente y me ponía tan nervioso. Determinar si hay que poner un do sostenido o un mi bemol es bastante sencillo, al fin y al cabo uno sabe si la nota que busca es más alta o más baja que la anterior, y si no es dos tonos más alta, será dos tonos y medio. Cuestión de tantear. Pero ¡ah, averiguar cuánto tiene que durar la bendita nota, si se trata de una corchea, de una negra o de la madre que la parió! Me he tirado horas contando golpecitos de dedo sobre la mesa -tras haber establecido, con grandes dificultades, cuántos "golpecitos de dedo" tiene cada compás, y si cada golpecito es una "eighth note", una "16th note" o qué rayos de "note" es- para luego escribirlo rápidamente, antes de que se me olvidara y tuviera que volver a empezar, y por fin, darle al botoncito y ver si lo que había escrito sonaba como tenía que sonar o si había vuelto a calcularlo todo mal, una vez más.

Eso sí, cuando por fin suena lo que pretendes ¡qué extasis! Creo que si demostrara el Teorema de Fermat y descubriera el modo de salir de la Crisis, todo al tiempo, no experimentaría una satisfacción semejante a la que me produjo el primer "chin-chin-pún" con ritmo reconocible de tango que sonó en mi ordenador después de media hora de cálculos y tanteos fallidos.

Tengo que decir que tras estos primeros ensayos me creo capaz, si persevero en ello, de llegar a escribir con cierta soltura músicas que no sean muy complicadas; pero sé con absoluta certeza que jamás, aunque dedicara a ello el resto de mi vida a razón de diez horas diarias de estudio, llegaría a ser capaz de leer ni la más sencilla. Considero un misterio que haya personas capaces de colocarse frente a una partitura, ese galimatías de símbolos caprichosos y visualmente herméticos, y "leerla" de corrido; y las virguerías que luego hagan con el violín, el piano o la voz me impresionan solo un poco más que esta primera y fundamental proeza de, simplemente, leer.

El programa crea archivos con la extensión .mus -partituras sonoras- que solo pueden ser abiertos y manejados con él, y archivos con la extensión .mid -archivos de sonido- que sirven, además, para otros muchos programas. Buscando en Internet he conseguido uno de ellos (Direct MIDI to MP3 Converter, de PistonSoft, por si a alguien le interesa) que convierte estos archivos MID en MP3, además de hacer con ellos maravillas tales como cambiarlos de tono o de tempo sin distorsionarles el timbre. Y una vez obtenido el MP3, ya puedo abrirlo con GoldWave y usarlo como cualquier otro archivo de sonido: cortarlo, pegarlo y superponerle mi propia voz. En resumidas cuentas, he venido a inventarme mi propio karaoke, y ya no dependo de mi hermano el exilado para este papel. Para cuando se aburra definitivamente de mandarme acompañamientos de guitarra, ya tengo un sucedáneo.

Naturalmente suena mecánico, sin gracia y con un timbre solo lejanamente similar al de una guitarra o un piano de verdad -por no hablar de cuando trata de imitar al violín, lo que suena abiertamente horroroso-. Pero no se puede tener todo. Lo importante es que ahora puedo "tocar" mis propios acompañamientos y, sobre todo, que mientras jugueteo con estas cosas estoy entretenido y no ando por los bares.


La Cumparsita - Júbilo Matinal

El archivo anterior es mi versión particular de "La Cumparsita", la primera pieza cuya partitura he sido capaz de escribir yo solito, tras oir la versión de Gardel para refrescármela y poder escribirla en el mismo tono. Gardel la cantaba con un austero acompañamiento de guitarra, de modo que todas las florituras pianísticas de esta versión hay que achacarlas al residuo que dejan cuarenta años de escuchar tangos. Igual que si le dan ustedes un jardín a un jubilado lo llenará de enanos, fruto de sus fantasías infantiles sobre el campo reprimidas durante una larga vida de oficinista, denle ustedes un tango a un arreglista aficionado como yo y ya ven de qué clase de fantasías morunas, o más bien pseudo porteñas, lo deja sembrado. En cuanto a la interpretación vocal, nada puedo decir en mi descargo sino que está cantado a las diez de la mañana y en estado de perfecta sobriedad. Así no hay manera, claro.

27 comentarios:

  1. No estoy capacitado para calificar los resultados de tus experimentos, así que me abstengo (sólo diré al respecto, con algo de maldad, que detecto en la voz algún que otro desliz que probablemente se habría corregido a horas más tardías y no tan perfectamente sobrio). De lo que sí estoy convencido es de que has disfrutado como un enano. Mis conocimientos (y mi oído) musical son bastnate inferiores a los tuyos; sin embargo, me encantaría ser capaz de hacer cosas como esas, ensayar con algunos de esos programas a crear música. Te envidio las ganas y la experiencia y me la apunto para mi jubilación.

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  2. Es posible que gardel se haya levantado de su tumba, debajo del alerón del bimotor en el que se estrelló, pero es un precio que hay que pagar a cambio de lo bien que te lo pasas. Sólo un consejo: el placer es tuyo y sólo tuyo, no pretendas que los demás lo disfrutemos oyéndote, salvo qu nos dejes el trasto para jugar nosotros, por ejemplo, yo tengo una banda sonora alternativa a la guerra de las galaxias...

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  3. Miroslav, suponer que los deslices vocales mejorarán con el avance del día o con la suficiente cantidad de alcohol a mí me parece, en contra de lo que dices, el colmo de la bondad por tu parte. Pero, efectivamente, he disfrutado como un enano.

    Muchas gracias, d. m. Eres culpable, en buena medida, de la publicación de este post. Por tu irresponsable manera de darme ánimos.

    Lansky, hay una versión gratuita del FinaleNotePad, la 2008, que yo uso, que puedes descargarte de su página con toda legalidad. Hay otra de pago, la 2009, que imagino que será mejor, pero de momento me conformo con esa. El Direct MIDI to MP· Converter ofrece una versión de evaluación que te permite usarlo gratis durante treinta días. Pero te lo puedes descargar legalmente en propiedad indefinida por un poco menos de 30 €. Del precio del GoldWave ya no me acuerdo, porque lo compré hace tiempo, pero no era mucho más caro. En total dedicarte a estas chorradas durante todo el tiempo que quieras echarle te sale por menos que una cenita discreta. A mí me parece un precio muy razonable, efectivamente, para lo bien que me lo paso, incluso aunque haya que añadir el coscorrón que se dé Gardel tratando de salir del féretro para ajustarme las cuentas.

    En cuanto al posible disfrute de los oyentes, hace años que me acostumbré a que la reacción habitual a mis cánticos sea preguntarme si por favor puedo cantar un poco más bajito. No me hago ilusiones. El que no quiera oirme, que no apriete el botón. Como todo en este blog, está pensado primordialmente para el disfrute de su autor. El resto se apunta si quiere y pasa si no.

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  4. No me tientes, mamón, ya me imagino versionando a Marvin Gaye, a Diana Roos and The Suprmes (yo una más),a Lionel Richie, a Thelma Houston, a Rick James, a Martha Reeves...y dejándome el pelo afro (pero es el caso que soy alopécico tanto d epelo como de voz)

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  5. ni caso a los puristas, van. me he escuchado tu tango ya tres veces; dos haciendo la cena casi en penumbra y medio triste, quedaba genial. fanculo gardel

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  6. Gracias,eres un auténtico cielo, d.m.

    (Pero tenéle un respeto a Gardel, que era grande)

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  7. Pues a mi que me ha gustado ese amago de gallito que te sale al principio. Estoy segura de que no era intencionado, pero le pone ese punto trágico que tiene que tener el tango (trágico, porque lo primero que piensas es que es una tragedia que este tío se haya puesto a cantar, claro)
    No, fuera bromas, ando más de acuerdo con d.m. que con la maldad intrínseca que destila Lansky por todos sus poros (¡qué se puede esperar de un asesino!) Me parece un logro formidable que con tan escasos conocimientos hayas emprendido tamaña tarea.
    Yo, cuando empecé a cantar en mis coros diversos, no sabía mucho mas que tú, y de hecho sólo se un poco más. Pero no pienses que la lectura musical es algo tan, tan dificil. Estoy de acuerdo en que se tiene que estar muy mal de la cabeza para inventar una notación tan complicada, farragosa, confusa y abstrusa, pero si te dedicas a seguir partituras de musicas que conozcas, llega un momento en que la lectura no se hace tan dificil y llegas a poder leer cosas sencillas. A mi me ocurre que si veo una melodía escrita me costaría un triunfo solfearla (cantar diciendo el nombre de cada nota) pero "SE" cómo tiene que sonar cada nota. Tengo asociada la imagen con el sonido, aunque tenga que pensar muchísimo para ponerle nombre. Y ya voy pudiendo cantar a la primera partituras nuevas que nos dan en el coro, si son sencillas de melodía y medida. Tenemos que hacer experimentos, verás cómo no te cuesta tanto leer.

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  8. Estas son las cosas que me dan muchísimo júbilo y malísima envidia.

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  9. El gallo era intencionado, Cigarra, por supuesto, un quiebro dramático de la voz calculado con toda intención para expresar el dolor del cantor y provocar a sus oyentes más dolor aún. No sé ni cómo lo dudas.

    No me tengas envidia, La Uge, que en cuanto te pongas lo haces mucho mejor.

    (Está visto que si no canto, no asomas).

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  10. Al cabo de unos días de ausencia, me asomo a tu blog y encuentro esta nueva genialidad. La verdad, lo tuyo es mucho. Es asombroso que nunca hayas estudiado música, a pesar de lo que te gusta y las dotes que tienes, y lo que ya es para nota(y nunca mejor dicho)es cómo eres capaz de montarte tu solito estas performances. Me ha encantado aunque, si tengo que decir la verdad, me gustan más tus versiones de zambras y sambas. El tango es casi imposible cuando se es razonablemente feliz y son las diez de la mañana. Ya sabes, el lamento del cornudo. Y , de eso, no queremos saber nada.
    Espero con ansiedad un nuevo palo. Como un canon en alemán que cantabas hace ....y tantos años (me lo tienes prometido, que conste)

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  11. Muchas gracias, Alas de algodón. Me halagas, pero sin falsa modestia debo puntualizar que la genialidad es otra cosa muy distinta de lo mío. Si algo hay de asombroso en esto que hago es la cantidad de tiempo que... iba a decir "pierdo", pero diré mejor "empleo" en ello, y la enorme desvergüenza con que luego cuelgo aquí, coram populo, el vulnerable resultado de mi vicio solitario. Mo deja de sorprenderme que me lo aguantéis.

    No creas, el contraste entre el tango y una vida razonablemente feliz es, si bien se mira, igual de estimulante que la chimenea y el sofá calentito en medio de la helada tarde de invierno, o que la novela de terror leída en la apacible seguridad de un jardín, una tarde de verano. Así somos.

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  12. Todavía sigues sorprendiéndome, y ¡hasta me inquieta!.

    ¡Cántame otro día "La Cieguita", anda!.

    Muchos besos,

    Carmen

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  13. Carmen, estoy con la Cieguita, a ratos perdidos. Pero se me resiste, no acabo de dar con la floritura exacta que satisfaga mis bajos instintos. Ya te contaré.

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  14. Pues a mi me ha encantado! Me he puesto casi tan nerviosa como tu imaginándome cómo transcribir canciones de Chayanne, por ejemplo. Pero esto tiene mucha más gracia si me invitas a tu casa, me das unos tequilas, una cena chachi y cantamos rancheras que me gustan más. Además así te veo y hasta te puedo presentar a mi nuevo novio divino, que esto de vernos de navidad en navidad es un atraso.
    Pon más, pon más, de los Chalchaleros! Que además pasártelo como un enano también martirizas a Lansky, que siempre es un plus.
    Un beso de tu sobri nilla Clara

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  15. Y como yo tampoco tengo vergüenza mira el corto que he rodado con unos amiguetes:
    http://www.youtube.com/watch?v=2g_7rxy4on0

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  16. Hola, Clara, me ha encantado tu corto. No te conocía esa faceta actriz y me he quedado impresionadísimo.

    Lo de invitarte a casa está hecho. No trabajo mucho el tequila. ¿Oporto? ¿Madeira? ¿Whisky? ¿Ron? ¿Cognac, incluso, si realmente te quieres poner difícil?

    ¿Come mucho, tu novio nuevo divino?

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  17. Pobrecito mio, que majo! y yo que pensaba que me ibas a mandar al Burguer por autoinvitarme de esta forma...
    A cenar igual no que es un abuso, pero a veros un poquillo nos pasaremos en cuantito que acabe los exámenes que será el día 16 del presente mes, que chachi, que ilu!
    Ah! y con oporto y güijky me vale...
    Mari Cler

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  18. Don Júbilo: ¿Para cuándo una nueva entrada? Se le va echando en falta, aun siendo conocedor de su tacañería para publicar. Confío, en todo caso, en que todo vaya bien.

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  19. Miroslav, es un placer contar con lectores atentos como tú. Sois el único motivo de que a veces me asalten ciertos remordimientos por el abandono en que yace esta pobre página mía. Muchas gracias por tu interés.

    La verdad es que a lo que tu llamas mi tacañería y yo prefiero llamar mi meditada parsimonia para publicar se ha sumado en los últimos tiempos un brutal exceso de trabajo que no solo me quita tiempo -es lo menos grave, tiempo siempre se acaba sacando- para ocuparme del blog sino, sobre todo, disposición mental y anímica. Yo tiendo a ser obsesivo y llevo más de dos meses pensando veinticuatro horas al día en los problemas económicos del desventurado organismo que me ha confiado su administración financiera y en las distintas y todas ellas problemáticas y trabajosas maneras de paliarlos. No doy para más. Lo peor, además, es que cuando acabe con ello -felizmente tienen fecha fija, y el 24 de Julio, o están resueltos, que creo, Dios lo haga, que lo estarán, o dará igual que no lo estén- me iré de vacaciones. Como no creo que encuentre ninguna conexión internética a mano, dudo que publique aquí nada antes de Septiembre.

    Pero desde luego si algún motivo tengo para acelerar en lo posible la próxima publicación es el inmerecido pero halagüeño interés que mostráis mis fieles lectores. O sea, tú y los otros cinco. Muchas gracias de nuevo, y buen verano.

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  20. Pues bueno, como yo no sólo no sé escribir música sino tampoco leerla, creo que sería incapaz de utilizar el mentado programa. A pesar de estar casada con un músico soy una analfabeta en la materia.

    Saludos

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  21. ¡Ay! Si supieras que aún dentro de mi alma conservo aquel cariño que tuve para ti...

    He disfrutado mucho esa descripción de tu proceso de aprendizaje, tienes una forma de escribir maravillosamente detallada y precisa.
    isa

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  22. XDDDDDD

    Lo mejor:

    El único problema, claro, es que hace falta saber escribir música,

    y lo de que no andas por los bares.

    Cómo me he reído, por favor; un genio... tu hermano ;-)

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  23. Digo "reído" porque no he escuchado el tango; eso, mañana.

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  24. Hola, la isa de antes era yo. Saludos.

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  25. ¡Isabel! No tenía ni idea de quién eras, no se puede cambiar tanto de nick, mi querida Ama de Casa. Ahora aprecio en todo su valor la cita tanguera de tu comentario. Me alegra mucho tu resurrección. ¿Vas a desuecar tu blog un día de estos? La Amita de Casita ¿bien también?

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  26. Para resucitar me haría falta un milagro, Van. Estamos mu bien todos, gracias majo.
    Por cierto que en el primer comentario no me registré porque no me acordaba del nombre de usuario y contraseña, ya ves.

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